Cuando
hacemos ejercicio físico nuestro metabolismo sufre modificaciones para adaptarse a la nueva situación, utiliza nuestras reservas de nutrientes para obtener la energía que
requiere la actividad y suda para regular la temperatura corporal.
Una
jornada de ejercicio físico, ya sea intenso o suave, provoca que nuestro cuerpo
pierda nutrientes y se debilite. Por ello es importante cuidar nuestra alimentación.
La DIETA
PARA EL DEPORTISTA tiene como objetivos los siguientes:
- Mantener el peso adecuado a la modalidad deportiva
- Mantener la cantidad de grasa corporal que corresponde al tipo de deporte
- Conseguir que nuestras reservas de energía estén al máximo nivel
- Y sobre todo asegurar que el deportista tenga el mejor estado de salud.
Con la
dieta se busca obtener el MÁXIMO RENDIMIENTO del deportista sin
perjudicar su salud pero para ello hay una serie de aspectos que debemos tener
en cuenta a la hora de planificarla, como:
- La intensidad y la duración del ejercicio.
- El grado de entrenamiento que tengamos pues un deportista mal entrenado se cansaría mucho antes que uno entrenado.
- Si nos encontramos en un periodo de entrenamiento, competición o recuperación tras ésta última.
- Incluso la posición de juego de un determinado deporte.
Podemos clasificar los deportes según
su intensidad y duración:
DEPORTES AERÓBICOS
Suelen ser de larga duración y de intensidad moderada
como correr, caminar, nadar o practicar ciclismo
DEPORTES ANAERÓBICOS O DE FUERZA
Son deportes de corta duración y de alta
intensidad como lanzamiento de pesos, halterofilia y algunos tipos de
atletismo.
DEPORTES DE EQUIPO.
Son deportes de duración media que combinan ambos tipos de ejercicio
La diferencia entre ellas es el consumo de oxígeno. Mientras que en
esfuerzos anaeróbicos no se consume oxígeno en los esfuerzos aeróbicos sí se
consume. ¿Y esto por qué?
Disponemos de distintas FUENTES DE ENERGÍA en
nuestro cuerpo que se utilizarán en función del tipo de ejercicios que vayamos
a utilizar:
- ATP Y FOSFOCREATINA. Es un tipo de energía rápida que usamos durante los esfuerzos cortos y de intensidad elevada o para comenzar una actividad.
- HIDRATOS DE CARBONO en forma de glucógeno muscular. Nuestro cuerpo la puede utilizar sin consumo de oxígeno y con consumo de oxígeno, en función de la intensidad del ejercicio.
- GRASAS. Éstas las utilizamos fundamentalmente para los esfuerzos de larga duración y siempre con consumo de oxígeno.
Vamos a poner un ejemplo..... CICLISMO DE FONDO
El ciclista utiliza en primer lugar las reservas energéticas en forma
de ATP y FOSFOCREATINA para iniciar el ejercicio. El ATP solo proporciona energía
durante aproximadamente 15 segundos a partir de los cuales entran en
funcionamiento los HIDRATOS DE CARBONO SIN CONSUMO DE OÍXGENO. Si en
lugar de un ciclista hablamos de un lanzador de pesos la intensidad tan elevada
del ejercicio no permitiría que nuestra sangre recogiera oxígeno adecuadamente
y aparecería la sensación de fatiga producida por que de los hidratos de carbono utilizados sin oxígeno se libera el famoso ácido láctico.
En cambio, el ciclista que continúa con su
ejercicio moderado, pasados 5 o 6 minutos se produce el ajuste
cardiorespiratorio y nuestro cuerpo pasaría a utilizar la energía consumiendo oxígeno, primero de los HIDRATOS DE CARBONO y luego de las GRASAS.
En este artículo he intentado explicar de
manera sencilla las bases de lo que es la NUTRICIÓN DEPORTIVA. A lo largo de este mes profundizaré sobre la
utilidad de cada tipo de nutriente, especialmente los hidratos de carbono,
grasas, proteínas y agua, en la realización de ejercicio físico con
indicaciones concretas que podéis tener en cuenta para aumentar vuestro
rendimiento.
Así
que, deportistas, seguid atentos a
nuestro blog.
Cristina Barroso Pinilla
Nutricionista
CENTRO ÉLEA AINHOA SÁNCHEZ
616372789
centroeleaainhoasanchez@gmail.com
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