Igual
que los hidratos de carbono de los que he hablado antes, las grasas también
tienen su función específica en la persona deportista. La principal función de
las grasas es el aporte de energía de forma mucho más eficiente que los demás
nutrientes. Es una fuente concentrada de energía. Pero un consumo excesivo
puede ser contraproducente en la persona deportista.
La utilidad de las grasas se basan en que son el nutriente
clave durante los EJERCICIOS AERÓBICOS. Os recuerdo que los ejercicios
aeróbicos son aquellos que se realizan con consumo de oxígeno y son de larga
duración e intensidad moderada (aeróbic, correr, hacer bici son algunos
ejemplos). En este tipo de ejercicios nuestra fuente de energía son
especialmente las grasa.
Un aspecto importante en este tipo de ejercicios es el ENTRENAMIENTO. Los entrenamientos sucesivos permiten que nuestro metabolismo se
adapte sesión tras sesión de manera que nuestros músculos y nuestro corazón
aumenten su capacidad para utilizar las grasas como fuente de energía.
Pero hay un INCONVENIENTE. Las grasas tienen un índice de
saciedad bajo y esto hace que comamos más y nos saciemos más tarde y, además,
retardan la digestión. Por eso es importante tener en cuenta los siguientes
aspectos a la hora de planificar la dieta del deportista:
- Se deben evitar las grasas en las comidas previas a la actividad deportiva porque puede producir náuseas e indigestión y en consecuencia bajar el rendimiento.
- Es más importante controlar la calidad de las grasas que comemos que la cantidad. Esta cantidad no debe ser superior que una dieta normal.
Por lo tanto, conseguiremos aumentar la RESISTENCIA FÍSICA con un acondicionamiento deportivo o entrenamiento que permita mejorar nuestra
capacidad de metabolizar las grasas, y modificando la calidad de la grasa de nuestra dieta.
Aquí tenéis unos consejos para controlar la calidad de la grasa.
Cristina Barroso
Nutricionista
CENTRO ÉLEA - AINHOA SÁNCHEZ
616372789
centroeleaainhoasanchez@gmail.com
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