Hoy quiero comentaros un
artículo escrito por Virginia Gómez, miembro de la comisión de intrusismo del
Colegio oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana
(CODINUCOVA), y que se ha publicado este año en la Revista Española de
Nutrición Humana y Dietética.
El artículo se llama ¿Es
importante patrocinar? Y habla de un tema muy interesante que es el patrocinio
en el ámbito de la nutrición y dietética, especialmente en la industria
alimentaria.
Cuando hablamos de patrocinio
nos referimos a que una empresa establece un acuerdo económico a cierto
colectivo para que éste patrocine a la empresa. Estamos en una sociedad muy
dada a este tipo de acuerdos y cada vez vemos más y más productos, en la
televisión o en otros medios, patrocinados por alguna empresa. La industria
alimentaria también se ha sumado a ellos, pensad en los refrescos como ejemplo.
Y es por eso que este artículo
me ha parecido interesante… es cierto que cada vez sois más los que confiáis en
nosotros y buscáis la opinión de un profesional experto
(Dietista-Nutricionista) rechazando la información falsa que se divulga. Pero
también he de deciros que incluso en la industria alimentaria se dan
informaciones que, aunque pueden estar sustentadas por algún colectivo de
Dietistas-Nutricionistas o equipo de investigación en la materia, no garantiza
que sea veraz, debido precisamente a los patrocinios.
¿Significa eso que no tenemos
que fiarnos de ningún producto que esté avalado por una empresa? No, como dice
la autora del artículo que os comento, depende de la ética de las personas que
acuerden el patrocinio.
Pero vamos al grano… ¿de qué
estamos hablando? Pues hablamos concretamente de aquellos productos que, como
profesional en la materia, no recomendaríamos en una consulta de dietética y
nutrición por formar parte de ese grupo de alimentos que pueden favorecer la
obesidad y el sobrepeso y las enfermedades cardiovasculares. Entre estos
productos incluimos los refrescos, algunas empresas de comida rápida, bollería
y otros productos que no consideraríamos adecuados como parte de una
alimentación saludable (sin decir marcas creo que ya sabéis a cuáles me
refiero, y si no, observar los spots publicitarios).
Y aquí viene lo preocupante,
tal y como dice Virginia, ¿Cómo es que mientras unos nos esforzamos en ayudar a
la población a conseguir unos hábitos saludables incidiendo en los
inconvenientes de consumir este tipo de alimentos, al menos todos los días, y a
otros los vemos avalando precisamente este tipo de productos y destacando sus
beneficios? Es un poco contradictorio, ¿no? ¿A quién debéis hacer caso
entonces?
Pues desgraciadamente, el tener
una formación no garantiza que escojamos el camino de la buena práctica ética.
Cada profesional es libre de actuar como considere y está en su derecho de
aceptar el patrocinio de alguna empresa. Sin embargo, desde el CODINUCOVA
advierten que nosotros, como los profesionales sanitarios más capacitados den
materia de Nutrición y Dietética, debemos tener cuidado con el tipo de relación
comercial que aceptamos y deberíamos negarnos a aceptar aquel patrocinio que
pueda contradecir dos de nuestros principios éticos que es velar por la
seguridad y la salud del consumidor y divulgar siempre la información más
actualizada de acuerdo a la evidencia científica que exista evitando dar
mensajes erróneos y confusos a los ciudadanos. Además… seria una falta de
respeto a todas aquellas personas que confían en nosotros y compran cierto
producto (de dudosa calidad nutricional) porque han visto que un colectivo de
Dietistas-Nutricionistas lo avalan.
Antes de terminar… ¿Por qué el
patrocinio de ciertas empresas de alimentos puede ser “mala”? Simple y
llanamente porque es un acuerdo de intereses económicos en los que las dos
partes de esa relación deben tener un beneficio. Intentaré poner un ejemplo.
Imaginad que cierta empresa que
comercializa un producto parecido a un bollo de chocolate (rico en grasas
saturadas, sodio ya azúcar) subvenciona un estudio científico que será
realizado por un equipo de investigación en el que hay
Dietistas-Nutricionistas, con la intención de destacar que contiene más hierro
que otro alimento de la misma categoría ¿Creéis que dicha empresa (que paga
esos estudios) permitiría que dichos estudios científicos demostraran que es un
alimento con excesiva cantidad de sodio, grasas saturadas y azúcar? No, el
equipo de investigación “orientaría” sus estudios de manera que no demuestren
tal hecho sino que sólo demuestren que contiene una cantidad significativa de
hierro. Así que una vez demostrado ese beneficio del producto, lo veríamos en
nuestras casas anunciarse diciendo: este producto es recomendado por tal grupo
de profesionales sanitarios en niños en edad de crecimiento por su cantidad
significativa de hierro. Y la consecuencia más triste sería que muchas madres,
confiando en los profesionales que avalan dicho producto, compran y le dan ese
producto a su hijo…
Mi consejo de esta semana… ser críticos con la publicidad que se vende en
los medios de comunicación.
Cristina Barroso Pinilla
Dietista-Nutricionista
cv00506
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